Buscando entre cosas que no miraba hacía siglos, me encontré con estos juguetitos de cuando era pequeña. Me los trajeron los Reyes porque cuando yo era niña sólo teníamos juguetes el 6 de enero y, por cosas del destino, los he conservado.
Todavía recuerdo cuando me trajeron esta planchita eléctrica. Iba con un tabla de planchar y la tuve montada todo el día de Reyes.
Primero la plancha, luego el delantal, parece que los Reyes estaban empeñados en hacer de mi una perfecta ama de casa...pobres!
Estos mueblecitos tan preciosos formaban parte de todo un salón. Se ha perdido el sofá de tres plazas y también cuatro sillas y una mesita roja octogonal monísima. Los Reyes solían traerme mueblecitos a menudo y me encantaban. Para la casa de muñecas nunca hubo dinero suficiente pero bastante hicieron.
No recuerdo cuantos años tendría cuando los Reyes me hicieron saber que ya era mayor para jugar con muñecas. Queríéndome dar por enterada a medias, aquel año pedí una muñeca de trapo porque me pareció más de mayor, una muñeca para poner sobre la cama y no para jugar con ella. Pero los Reyes tuvieron otra idea y me trajeron esta japonesita de porcelana que todavía conservo. Con ésta si que no se podía jugar, sólo contemplarla en su vitrina. La valoro más ahora que entonces.
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