En cuanto a la pelirroja, tiene su historia. Cuando hice la comunión, me dejaron elegir entre la típica muñeca de comunión o un angelito y yo preferí este último. Me regalaron el angelito y, con el tiempo, desapareció. Pero me guardé su túnica rosa con los agujeritos en la espalda para las alas. Nunca recordé que muñeca era aquel bonito angelito hasta que conseguí mi primera Rapaciña. Era pelirroja, tenía poco pelo y estaba muy sucia. Pero, de pronto, después de su baño, apareció su carita tan dulce y fue como un flasch, !era mi angelito de la comunión! Y aquí está, con su túnica original...
Son preciosas!! a mi tambien me pasa cuando encuentro alguna muñeca que tube de pequeña, que me viene un recuerdo de cuando jugaba con esa muñeca y es por eso que colecciono, algunos dicen que estoy un poco loca, pero yo simplemente pienso que quien me lo dice no ha jugado con muñecas en su infancia...
ResponderEliminarNo está loco el que hace lo que siente sin reprimirse si no hace daño a nadie...quizás esté más sano que aquel al que le gustaría hacerlo y se reprime por el que dirán...Un abrazo.
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